Un informe financiero completo indica que las islas BES – Bonaire, San Eustaquio y Saba – enviaron principalmente a sus pacientes para tratamiento avanzado a una de las islas neerlandesas, como Aruba o Curazao.
Esto fue publicado en ‘The Caribbean Netherlands Health System Review’. El informe menciona que las propias islas BES no tienen las instalaciones y equipos necesarios para manejar casos graves, por lo que necesitan enviar a su gente al extranjero.
“Más del 90% de las derivaciones de San Eustaquio y Saba en 2023 fueron a Sint Maarten, mientras que en el caso de Bonaire, el 81.3% de las derivaciones fueron a Aruba y Curazao,” según el informe.
En otros casos más graves, los pacientes son enviados a Colombia y los Países Bajos. A veces, las autoridades sanitarias de San Eustaquio y Saba también envían pacientes a Bonaire. Entre 2017 y 2023, un total de 5658 pacientes fueron enviados al extranjero. El número de traslados al extranjero disminuyó ligeramente en los años 2020 y 2021 debido a la COVID-19, lo que afectó los viajes y provocó el aplazamiento de muchos tratamientos médicos en el extranjero.
Los tratamientos médicos en el extranjero no son baratos. En 2023, los costos logísticos y médicos para tratamientos fuera de las islas sumaron un total de 43.7 millones de dólares, con un promedio de 37.9 millones de dólares entre 2019 y 2022 (un promedio de 16.6 millones para costos logísticos y 21.3 millones de dólares para gastos médicos relacionados con derivaciones).
