A primeras horas de la mañana de ayer, el Departamento de Salud Pública (DVG) recibió una valiosa información sobre un contenedor que posiblemente contenía huevos en mal estado. En respuesta, se envió a un inspector de la Sección de Inspección de Alimentos e Higiene del DVG para investigar la situación.
La información resultó ser precisa: el contenedor efectivamente contenía huevos dañados. El DVG procedió de inmediato a confiscar la carga y ordenó su destrucción para evitar cualquier riesgo para la salud pública.
Hasta el momento, se desconoce cuántos de estos huevos en mal estado podrían haber llegado al mercado antes del 7 de mayo. Como medida preventiva, el DVG hace un llamado a la población para que esté atenta al comprar o consumir huevos.
Los huevos en mal estado pueden identificarse por las siguientes señales:
- Prueba del agua: Coloque el huevo en un vaso con agua. Si flota, es probable que ya no sea seguro para el consumo.
- Olor: Un huevo dañado emite un olor fuerte y desagradable.
- Apariencia: Si al abrirlo el huevo se ve acuoso o presenta decoloración, no debe consumirse.