Castigo disciplinario a funcionario de DIMAS por robarse un beso

Recientemente un juez dictó a favor de DIMAS sobre la medida disciplinaria que la instancia tomó contra el funcionario Johan Richardson. Richardson recibió su retiro condicional a raíz de un incidente donde supuestamente le dio o intentó darle un beso a una colega en contra de su voluntad. Este hecho fue denunciado por la funcionaria a su jefe, quien tomó la decisión.

Richardson trabajaba en DIMAS donde sucedió la falta el 2 de marzo 2017. El mismo día, su colega femenino presentó una queja en su contra. En la carta ella indica que Richardson se le acercó solicitando información sobre el estado de una prolongación turística; posteriormente él se dirigió a la sección de ‘afgifte’ para obtener información de este archivo. La denunciante lo siguió para informarle que esta petición fue enviada la semana anterior para obtener la firma.

Siguió relatando que su colega estaba parado ese momento en la puerta y también se quedó ahí para informarse del ‘archivo.’ El hombre puso su cara (cabeza) muy cerca de la suya con un movimiento para darle un beso. Inmediatamente la mujer le informa que no debe comportarse de una manera tan irrespetuosa y que ella no esta de acuerdo con lo que hace. Esta no era la primera vez que el hombre se le acercaba de una manera menos respetuosa y tampoco era la primera vez que hacia una denuncia en su contra por acoso sexual.

Durante la gestión del caso se indicó que entre el 3 y el 8 de marzo hubo varias conversaciones entre la denunciante, el hombre y otros dos colegas. En una carta del día 9 de marzo, el Ministro encargado del DIMAS le prohibió la entrada a todas las facilidades del DIMAS por un periodo de seis semanas. En una carta del 13 de abril, el director de DIMAS le pidió al Departamento de Recursos Humanos (DRH) para iniciar el procedimiento disciplinario contra el empleado. A partir del 24 de abril, regresó al trabajo.

En una carta del 12 de septiembre, el Gobierno le informa a Richardson que, en base a las informaciones del director del DIMAS, el cometió actos no aceptables, refiriéndose a acoso sexual. En la carta se señala que no cumplió en su obligación de mantener un buen comportamiento, y se le dio un término de 7 días para reaccionar. La contesta llego el 7 de octubre indicando que, en realidad él se acercó a su colega y hizo un juego como si fuera le iba a dar un beso. Richardson rechazó la alegación de que se comportó irrespetuosamente, que en más oportunidades se jugaban mutuamente de esa forma, que el quedo muy sorprendido por la queja presentada ya que en muchas oportunidades esa colega se jugaba con el y nunca se tomaba las cosas en serio. También indicó que el no cree haber afectado el ambiente profesional en el DIMAS y que de seguro esa no era su intención tampoco.

El director le dirigió una contesta el día 5 de diciembre informándole que, en vista de que el servicio que brinda exige siempre un comportamiento profesional, su actuación no cuadra dentro de la organización profesional. El debió haber sabido que no todo el mundo es receptivo a juegos de ese tono.

La carta que Richardson recibió habla de un comportamiento nada colegial y de intimidación sexual hacia una colega femenino; y que no hay nada que el pueda argumentar que lo libere de la responsabilidad. Ya en el pasado hubo una denuncia de intimidación sexual. Ese caso concluyó por medio de una conversación y no pasó a formar parte de su archivo personal.

En base a todo esto, el día 11 de junio del 2018 Richardson recibió una carta informándole de su de su retiro condicional. Esto significa que no va a ser retirado inmediatamente, mientras y cuando no se repita un incidente similar de su parte durante los próximos dos años. Richardson comento que el castigo no es justo. DIMAS utilizó información de que una vez le envió una foto de sus genitales a una colega, pero no averiguaron si eso fue algo deseable o indeseable por parte de la colega.

El juez indicó que el funcionario masculino admitió que se acercó a su colega y que en forma de juego hizo como si le iba a dar un beso. Su actuación puede ser catalogada como intimidación sexual. Se trata de un comportamiento con connotación sexual y con la consecuencia de que la colega no se sienta ‘segura’ en su trabajo.

El hecho que en el pasado ya había una denuncia en su contra, debió haber sido una advertencia sobre su comportamiento. La violación de sus deberes como buen funcionario exige un castigo y el impuesto es uno justo. No es exagerado porque su retiro es condicional. Como tal, el juez opina que el castigo esta a lugar y Richardson pierde el caso y debe responsabilizarse por los gastos legales.