El martes por la tarde, se le negó la entrada a Aruba a un pasajero que llegaba de India en un vuelo desde los Estados Unidos. El oficial de inmigración notó inconsistencias en sus respuestas. Como resultado, decidieron negarle la entrada a la isla. Tampoco cumplía con los requisitos de entrada, como fondos diarios suficientes y reservaciones, etc. Cuando se le informó que sería enviado de regreso en el mismo vuelo, el pasajero hizo una escena completa, llorando y comportándose mal.
Para evitar retrasar el vuelo de regreso, se decidió detenerlo en Aruba. Pero primero, verificaron con los Estados Unidos para enviar al pasajero de vuelta. En ese momento, los Estados Unidos tampoco quisieron aceptarlo, ya que no era ciudadano estadounidense ni residente del país.
Solo había transitado por los Estados Unidos para continuar hacia Aruba. Por lo tanto, si Aruba quería deportarlo, tendría que ser enviado de regreso a India. Sin embargo, dado que el pasajero comenzó a causar una escena, se solicitó un transporte policial para llevarlo al hospital para atención médica.
En el hospital, un chequeo médico reveló que no había nada malo con él. Según los paramédicos, estaba en buen estado de salud. Luego fue llevado a la Guardia Costera para pasar la noche bajo custodia. Al mediodía del miércoles, fue enviado de regreso a su país. Finalmente, se llegó a un acuerdo con los Estados Unidos para permitirle transitar por su país en su camino de regreso a India.
