En la madrugada del domingo, alrededor de las 5:00 a.m., una persecución policial resultó en el tiroteo fatal de un joven en Madiki Kavel. El incidente comenzó cuando se vio a un Toyota Vitz conduciendo de manera irresponsable en el área de Pos Abou, sin luces traseras. Los oficiales intentaron señalizar al conductor para que se detuviera, pero el vehículo continuó huyendo, lo que dio lugar a una persecución a alta velocidad.
A medida que la persecución se intensificaba, fuentes policiales revelaron que en un momento, la central de despacho ordenó que se detuviera la persecución debido a preocupaciones de seguridad. Sin embargo, los oficiales continuaron siguiendo el vehículo, que finalmente se detuvo en Madiki Kavel.
Durante la detención, los oficiales utilizaron sus armas de servicio, disparando más de 10 tiros al vehículo. El conductor, identificado como Ayden CJ Lanoy, de 19 años, fue alcanzado y muerto al instante. El médico forense confirmó su muerte en el lugar.



Lanoy, un joven de Savaneta, había recién llegado a ser padre y dejó atrás a un bebé recién nacido. Trabajaba en SPO Brazil y Save a Lot en Boegoeroei. Sus amigos lo describieron como una persona tranquila y trabajadora, quien recientemente participó en un festival de canto. Lanoy también había sufrido la pérdida de un hermano hace dos años, a una edad muy temprana.
Las circunstancias que rodean el tiroteo aún están bajo investigación. Al menos un amigo de Lanoy aparentemente seguía la persecución y grabó todo el incidente. Este material podría ser crucial para determinar los hechos del caso y apoyar una investigación neutral y justa.
Un aspecto importante de la investigación es que fuentes dentro de la policía indicaron que el mando central había ordenado que la patrulla detuviera la persecución debido al peligro que representaba. Parece que los oficiales no cumplieron con esta orden, lo que llevó al desenlace fatal. La investigación también determinará si la policía actuó dentro de sus derechos al disparar los tiros o si hubo abuso de poder.






Las armas de servicio de los oficiales han sido confiscadas como parte de la investigación sobre el incidente, que se espera continúe a medida que surjan más detalles. La gran cantidad de casquillos de bala encontrados en la escena sugiere una cantidad significativa de disparos, y la negativa del vehículo a detenerse podría haber contribuido a las acciones de los oficiales.