El viernes en la mañana un poderoso temblor sacudió el sur de Alaska, creando rupturas en las calles y sacando del aire a las compañías de televisión en Anchorage, la ciudad más grande del estado, por no había información inmediata de heridos.
El temblor de 7.0, tuvo lugar a 13 km al norte de Anchorage, una ciudad de 300 mil habitantes y que representa aproximadamente el 40% de la población de Alaska.
El movimiento tuvo una profundidad de 43 km, según informó el servicio de geológico de Estados Unidos.
El temblor, seguido de varias replicas, produjo una fuerte sacudida dentro de un radio de 50 km alrededor del epicentro.
El gasoducto trans Alaska, que transporta crudo al terminal marítimo de Valdez, cerró como medida de precaución, pero no se detectó ningún daño en el sistema, según indicó un vocero del operador, Aleyska Pipeline Services Co.
La infraestructura de Anchorage y sus alrededores, sufrieron daños, informó la policía en su cuenta de Twitter, con algunas casas y edificios dañados, muchos caminos y puentes se tuvieron que cerrar.
Fuertes temblores no son nada extraños en Alaska, una zona sísmicamente activa, pero suceden en zonas remotas y escasamente pobladas donde casi no se producen daños.
Alaska registra temblores entre 7 y 8, por lo menos una vez al año en promedio desde 1990, según un website estadal. El sur de Alaska fue golpeado por un devastador terremoto de 9.2 en 1964, el segundo más poderoso que se haya llegado a registrar.
