Una fuerte alarma en la madrugada del domingo sobresaltó a los residentes de Madiki Kavel. Algunos ya estaban despiertos, mientras que otros fueron despertados abruptamente por el sonido. Los que se encontraban más cerca del lugar abrieron sus ventanas o salieron para ver qué ocurría. Muchos fueron testigos de partes del incidente, pero el miedo a represalias les ha impedido hablar.
Sin embargo, un testigo aceptó dar su declaración con la condición de permanecer en el anonimato.
Dieciocho disparos en cinco segundos
El incidente fatal ocurrió alrededor de las 5:00 am del domingo, cuando Ayden Lanoy, de 19 años, fue abatido por agentes de policía tras una persecución a alta velocidad. Según el informe policial, Lanoy fue detenido debido a una luz trasera defectuosa, pero ignoró la orden de detenerse e intentó huir. La persecución terminó cuando ingresó a una calle sin salida cerca de un parque en Madiki Kavel.

Las autoridades afirman que Lanoy intentó embestir a los agentes con su vehículo, lo que los llevó a abrir fuego. Sin embargo, los testimonios de testigos presenciales y las pruebas físicas sugieren una secuencia de eventos distinta.
Testimonio contradice la versión policial
El testigo relató que vio al pequeño Toyota Vitz detenerse mientras los vehículos policiales lo rodeaban. “Simplemente pudieron haber bloqueado su auto”, recordó el testigo. En cambio, cuando Lanoy intentó dar marcha atrás, los agentes abrieron fuego, antes de dar cualquier orden verbal para que se detuviera.
“Primero escuché un solo disparo, luego alguien gritó ‘¡alto!’, pero los disparos no cesaron. Siguieron disparando, incluso mientras el auto aún se movía”, relató el testigo. En total, se efectuaron dieciocho disparos en solo cinco segundos.

El testigo no cree que Lanoy estuviera intentando atropellar a los agentes. “Nunca condujo directamente hacia ellos. La policía no estaba en la trayectoria del vehículo, sino junto a su patrulla”.
Este relato coincide con la distribución de los casquillos encontrados en la escena, lo que sugiere que los agentes ya habían desenfundado sus armas antes de efectuar los disparos mortales. Además, la evidencia indica que los disparos continuaron incluso después de que el vehículo pasó junto a los agentes y ya no representaba una amenaza directa.

El auto de Lanoy finalmente cruzó la calle, subió a la acera y se estrelló contra una casa. Su familia confirmó más tarde que recibió diez disparos, lo que provocó su muerte inmediata. Los paramédicos intentaron brindarle atención médica, pero sus esfuerzos fueron en vano.
Uso de fuerza letal bajo escrutinio
Una cámara de seguridad de una vivienda cercana captó momentos clave del incidente. Las imágenes muestran el auto de Lanoy ingresando a la calle sin salida, seguido de cerca por un vehículo policial. En cuestión de segundos, se escucha el estruendo de los disparos, seguido cuatro segundos después por el choque.
Un video publicado en redes sociales ha generado más interrogantes sobre el uso de la fuerza por parte de los agentes. La rápida sucesión de disparos se asemeja al sonido de un arma automática, aunque esto no ha sido confirmado. Los investigadores deberán determinar si se utilizaron múltiples armas de fuego.




El testigo, ahora temeroso por su seguridad, expresó una profunda decepción con el sistema de justicia. “No dispararon a las llantas, dispararon para matar. Apuntaron directamente a él”, afirmó.
Las autoridades aún no han anunciado qué medidas, si las hay, se tomarán contra los agentes involucrados en el tiroteo. Tampoco está claro si han sido suspendidos mientras se lleva a cabo la investigación.
