Dictamen Judicial: Policía deberá reparar la puerta rota en Kiviti

Era el 15 de septiembre cuando el equipo de arrestos del Cuerpo Policial de Aruba, ingresó a la fuerza a una vivienda en ubicada en Kiviti #29 en San Nicolás. Los agentes rompieron la puerta de la casa, buscando un sospechoso con el nombre de Miguel Gómez. No se encontró a ningún sospechoso en la casa, pero si ingresaron a la casa rompiendo la puerta y el marco de la puerta, pero ya pasaron 5 meses y los agentes policiales, no quieren reparar los daños.

El Juez dictaminó a favor del dueño de la casa, ordenando al gobierno hacerse responsables por el daño cometido de forma injusta. El día que ocurrieron los hechos, ocurrió un acto criminal en la zona, la policía estuvo buscando desesperadamente al sospechoso. A las 10:00pm Rachelle Kock estaba durmiendo en su cama al lado de su pareja; sus niños se encontraban en su dormitorio.

Se escuchó un sonido fuerte en la sala y al momento de salir a revisar quien había roto la puerta, se encontró con personal policial dentro de su casa, ellos tenían el rostro cubierto y gritaban a viva voz ¡todos al suelo!

Hues a dicta fayo: Polis mester drecha porta kibra na Kiviti

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Posted by 24ora on Wednesday, January 6, 2021

En el cuarto de los niños tiraron a todos al suelo; de igual forma lo hicieron con su pareja. Ellos amarraron sus manos atrás, le cubrieron el rostro y después les dijeron que no era el hombre a quien estaban buscando. Le consultaron al dueño de casa si conocía a Miguel Gómez ellos dijeron no conocerlo y tampoco saber dónde vive; procedieron a retirarse de la casa sin nada.

Rachelle Kock comentó que el proceso fue bastante largo para lograr arreglar la puerta y por fin encontrar una solución, se comunicó con la vocera del Ministerio Público, Ann Angela, mediante correo electrónico.

Casi todos los días se comunicaba con Angela, ella le aconsejó mandar una carta al Alto Comisario de la Policía Vanessa Tjoon-Kock, quien se negó a asumir los daños ocasionados en la casa de Kiviti. Kock regresó al Ministerio Público, explicando que el Cuerpo Policial no ayuda en esto. Angela le dio otra opción, escribir una carta para la Corte, luego de algunos meses Kock recibió una carta donde decía que se apersone delante del Juez el día 16 de diciembre.

Rachelle Kock cuenta que todavía tiene dolor de cabeza y a sus niños también, luego del incidente, entró en pánico porque desde el mes de septiembre no quieren dormir en su cuarto de su mamá. Sienten que fuera de casa siempre hay movimientos extraños, temen que la policía ingrese a su casa nuevamente por la fuerza. La policía nunca ofreció ayuda psicológica a nadie en su familia, aunque ellos son simplemente víctimas de un grave error de la policía. Los policías el mismo día ingresaron a dos casas donde ocasionaron daños.

Pero hay un error grave, la policía entra a la casa, rompe la puerta, abusa físicamente de los habitantes de la casa en su afán de búsqueda de un supuesto criminal y al final abandonan la casa sin mostrar una orden del Juez para hacer el allanamiento en la vivienda. Después de una hora, el personal policial regresa a su casa con una carta firmada por el Fiscal Pronk. La habitante se pregunta si necesita ser un Fiscal quien ordenó romper una puerta para ingresar a una casa, o es un Juez Comisario. Ese fue el problema de la redada de aquel día, no presentaron ninguna orden ni del Fiscal, ni del Juez Comisario. La policía no puede entrar a interrumpir la paz de una casa.

Rachelle Kock está tranquila que esto no fue a más, ella insistió por el arreglo de su puerta y ahora le deben cubrir los gastos de 1,800 florines para los materiales y reparación del marco y puerta rota.