Uno de los casos más notorios en relación a la situación de la frontera entre Aruba y Venezuela, es el hecho que el ex agente policial Rudolf Gibbs, si hizo pasar por abogado para malversar miles de Florines a venezolanos que buscaban asilo político. Gibbs estafó a muchos haciéndoles creer que era abogado y que entregaba las peticiones de asilo en DIMAS.
En cierto momento, la cantidad de casos fue tan grande, que empezaron a presentarse denuncias. Rápidamente se pudo deducir de quien se trataba, ya que no es la primera vez que se ve en problemas con la justicia por embaucar a las personas.
El Ministerio Publico obtuvo suficiente información para detener al sospechoso de malversación, y así fue demandado ante la Corte. La acusación se basa en el periodo entre septiembre 2018 y marzo 2019, cuando fue detenido.
Con los venezolanos, quienes estaban desesperados buscando la formalización de su residencia en Aruba, Gibbs se hizo pasar por abogado, mientras que la única función que ha ocupado, es como agente policial. Ante la mesa verde, Gibbs explicó al Juez que el brindaba consejo jurídico, por el cual cobraba a las personas. Pero, en las declaraciones obtenidas en su contra, se especifica claramente que el acusado se presentaba como abogado.
La primera persona que acudió donde Gibbs, trajo a cinco otros venezolanos. La explicación que recibieron del acusado, es que el proceso toma 12 semanas, y después se puede apelar. La seis personas pagaron un total de 9 mil Florines; pues cada uno 1.500 Florines, para la carta que Gibbs elaboro como solicitud de asilo y que nunca llego a DIMAS.
El juez indicó sobre la declaración de una persona ilegal en Aruba desde el 2015, que fue deportada y regreso para pedir asilo. Esta persona identifico a Gibbs como la persona que dijo ser abogado y haría una carta para que ya no fuera expulsado de la isla.
Existe una diferencia de opinión en la Corte, ya que el Fiscal dijo que Gibbs nunca entregó la petición de asilo, o una carta en DIMAS, ni en ninguna otra parte. Pero el acuso dijo que si había hecho la carta y la había entregado; y le informo a sus ‘clientes’ que mientras la petición este en trámite, no los pueden sacar de Aruba. Inclusive, DIMAS llamo a las personas para una entrevista. También se dijo que hay documentos presentados, pero que no habían sido cabalmente llenados.
El Fiscal indicó que el acusado ya había tenido problemas con la justicia, por lo que recibió un castigo de 30 meses, de los cuales 12 eran condicionales. Esta sentencia fue por malversación, falsificación de carta y falsificación de firma. Ahora, se encuentra en una situación similar donde se le acusa de cobrar demasiado dinero por una simple carta y que se hizo pasar por abogado (hasta colgando una toga en su oficina). Tomando en cuenta su prontuario, y el hecho que se enriquecía con esta práctica, el Fiscal exigió 12 meses, de los cuales 4 deben ser condicionales, más 3 años de prueba. También solicitó que se ejecuten los 12 meses que tiene pendiente, ya que cometió este crimen durante su periodo de prueba.
