El pasado jueves estuvieron de visita en Aruba los representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA). Específicamente, el coordinador de OEA para la Crisis de Migrantes y Refugiados Venezolanos, David Smolansky, estuvo en la isla para escuchar el testimonio de venezolanos que llegaron a Aruba navegando en un peñero durante 48 horas. Se refirió todo esto en una declaración que dio a su llegada a Venezuela.
De lo que se pudo leer de su declaración, hay “por lo menos 10 mil venezolanos que no están regularizados en Aruba.” Pero en su declaración no explicó cómo llegó a esta cifra.
Como se puede recordar, recientemente la Primera Ministra mr. Evelyn Wever-Croes dijo, durante una conferencia de prensa, que una delegación de la OEA llegaría a Aruba.
De lo publicado en Venezuela, se lee que la visita fue el pasado jueves. Dicen haber hablado con el Gobierno, pero el coordinador no dio mucha más información de ese encuentro, ni de ningún otro sostenido.
Smolansky dijo que le recomendó al Gobierno de Aruba iniciar un proceso de registro para “los emigrantes que no tienen acceso a trabajo, servicios de salud, educación y transacciones bancarias.”
Inició su viaje el día 11 de junio con una visita a Curazao que finalizó el jueves en Aruba donde conversó con la Primera Ministra y el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). “Estamos de acuerdo que la mandataria de Aruba que la crisis en Venezuela, es una crisis global.”
Smolansky dijo que escuchó el testimonio de venezolanos que llegaron a la isla navegando en un pequeño peñero durante 48 horas. También dijo que 16 mil venezolanos han llegado a Aruba, lo que representa un 15% de la población.
Lo que llama más la atención de su declaración, es cuando dice que “es importante para recordar a Aruba que forma parte del Reino Holandés y que, en ese sentido, vemos una oportunidad de involucrar más a la Unión Europea para la protección e integración migrantes y refugiados venezolanos.”
Recientemente Holanda destinó un fondo de 23 millones de Euros para la ayuda a Curazao y Aruba en su manejo de la crisis de Venezuela. Sin embargo, esto no significa que las islas vayan a recibir este dinero. Los gobiernos deben elaborar una lista de necesidades y Holanda pagará por ellas. Por ejemplo, si se necesita material para seguridad, Holanda lo comprará y enviará a Aruba.
Según dato de Acnur, desde el 2015, no menos de 4 millones de venezolanos han abandonado el país, en medio de una emergencia humanitaria complicada.
