El viernes 3 de noviembre es un día que quedará grabado en la historia para el pueblo de Aruba. La población salió a las calles masivamente de forma pacífica contra la intención de algunos parlamentarios de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo cual sería contra la volunrtad de la comunidad.
El matrimonio entre personas del mismo sexo, según la Corte Europea, no es un derecho humano. Por ello, si las leyes de Aruba no permiten el matrimonio entre personas homosexuales, no se trata de discriminación.
En diversas situaciones hay igualdad; sin embargo en el caso del matrimonio, la Corte Europea de Derechos Humanos fue clara al afirmar que no se trata de un caso de igualdad. Se reconoce el derecho a casarse entre hombre y mujer.
El pueblo de Aruba no desea ver a un par de parlamentarios buscando conseguir diez votos para intentar legalizar el matrimonio homosexual en Aruba. Los líderes religiosos en representación de gran parte de la población, piden al gobierno su cooperación para que el Parlamento de Aruba no trate sobre la propuesta de Ley de matrimonio del mismo sexo hasta que se realice un referendum.
