Ya pasaron 25 años desde que la Fundación para Mujeres en Dificultad (Fundacion Hende Muhe den Dificultad), inició sus actividades institucionales. Un día 24 de noviembre de 1995 un grupo de visionarios decidieron firmar la constitución de la Fundación.
Magali Maduro que está a cargo de la fundación, explicó que estuvo en ese momento y Dora Koolman, quienes tomaron el liderazgo del proyecto, con el objetivo de lograr una Fundación que ayude a mujeres que están atravesando violencia doméstica o violencia en su relación.
Siempre se sabe que hay un severo maltrato a las mujeres; por lo que en 1995 decidieron formar la fundación y hoy se cumplen 25 años. Por un lado es un momento feliz, pero por otro lado es un momento agridulce, porque la existencia de la Fundación atiende a temas muy sensibles y difíciles.
Si miras las cifras del comienzo de la fundación, hasta ahora y las comparas, tenías un promedio de 100 personas que llegaron a la fundación, y en este año ya vamos 158 personas.
El año pasado culminó en 160 personas, lo cual es bastante gente, eso le indica a Maduro que todo va bien. Ellos vienen a buscar ayuda, eso muestra que en el camino que están van bien. La parte que queda en casa al año es de 30 personas en promedio, que vienen con sus niños. Tienen un promedio de 60 niños al año que llegan con su mamá a la Fundación.
Eso también se considera exitoso porque las mujeres toman coraje e importancia al decir ¡ya basta!
La problemática de violencia doméstica no afecta sólo a la pareja, ésta afecta a toda la familia a su alrededor. La mamá de la niña sufre, igual la niña, su papá igual; y la mamá de la pareja en la misma situación.
El contacto con el abuelo no existe. No solamente ellos sufren, los niños también. De un día para otro dejan de tener contacto. Eso es algo grande y profundo que está en nuestro ser, que cada uno pueda solucionar de buena manera y se convierta en una historia de éxito.
La manera que la fundación trabaja hoy en día es llamar a la pareja, si sus hijos están con ellos, los traen a la fundación. Llaman y avisan que los niños estén seguros; en el 90% de los casos la pareja está contenta y agradecida del trabajo de la fundación. Ellos también tienen sus derechos, pero sobre todo los niños tienen derecho a mantener contacto con ambos padres.
Hasta el momento el 50% de casos, la pareja avisa que no tienen su historia que contar y les decimos que es momento de sentarse y escuchar su historia de pareja. En la fundación sabemos que es necesario escucharlos a ambos.
Todavía no tienen ayuda para aquellos que maltratan a una mujer, pero si se les enseña que allí, pueden encontrar la ayuda necesaria, porque la fundación no puede quebrar una relación, ni matrimonio. Tampoco hablar mal de ningún hombre. Según Maduro, lo que se busca es que todos encuentren una oportunidad para hacer las cosas bien, una segunda oportunidad.
Hay casos que ya no se puede hacer nada con ellos, pero es una minoría. Es una minoría que no quiere aprender nada e insisten en querer quedarse en el mismo rol que tienen en ese momento.
La fundación tiene bastante trabajo que la pone en su disposición para trabajar juntos y llegar a una solución.
