Randy Paskel:El personal está entrenado; armado y no vacilamos

Se puede decir con suficiente certeza que Randy Paskel está a cargo de una de las operaciones más relevantes de la isla en la actualidad. A raíz del éxodo de Venezolanos a países y naciones vecinas, el resguarde de la frontera marítima esta bajo la lupa de, no solamente la gestión administrativa nacional, pero también de la opinión pública. Por tal motivo,24ora.com realizó una entrevista con Paskel para conocer más de la responsabilidad y retos que afronta esta entidad.

La Guardia Costera (Kustwacht) está activa las 24 horas del día y los 365 días del año en operaciones de patrullaje e intercepción de embarcaciones no autorizadas. Esta es una tarea que realizan en coordinación con otras autoridades, como lo son el Cuerpo Policial Aruba, el Cuerpo de Aduana y también la Inmigración. Adicionalmente, la Guardia Costera mantiene un contacto con las autoridades de Venezuela en lo que respecta a operaciones de rescate en altamar, como también con la Capitanía de Puerto del estado Falcón en lo referente al transporte de productos.

Randy Paskel, jefe de Guardia Costera de Aruba y el control

Randy Paskel, jefe de Guardia Costera de Aruba y el control

Posted by 24ora en Español on Wednesday, December 12, 2018

Para realizar sus funciones, la Guardia Costera de Aruba cuenta con un personal capacitado y con experiencia, además del equipo tecnológico. Paskel menciona que tienen a su disposición radares, una lancha rápida y un Panter para navegar, mientras que desde el aire cuentan con aviones y helicópteros para el apoyo visual. Están prontos a recibir una flota moderna de botes de alta velocidad y tecnología para reemplazar a las lanchas rápidas.

“El personal está entrenado; estamos armados y no vacilamos tampoco cuando estamos haciendo la intercepción,” dijo Paskel. Y aunque esta declaración suena cruda y severa, el jefe de la Guardia Costera lo justifica con el deterioro de las situación que afrontan. “Hace 10 años, las veces que encontrábamos lanchas con personas indocumentadas, se trataba solamente de esto, de personas. Ahora son también criminales que tratan de transportar drogas y armas. Esto hace que el trabajo es más difícil. Cuando interceptamos uno de esos botes, vamos preparados a que potencialmente hay armas o criminales a bordo,” dijo Paskel.

Al preguntarle si la cantidad de intentos ha aumentado, indicó no tener la certeza, pero cree que el desempeño de su equipo influye substancialmente a que disminuya la motivación por intentarlo. Paskel está consciente de lo que lleva a las persona a querer llegar a la isla de cualquier forma posible. Al hablar con los detenidos, han logrado recaudar mucha información y formarse una idea integral de los orígenes de esta problemática. La mayoría de los indocumentados dice pagar entre 200 a 400 Dólares Americanos por el transporte en la búsqueda de un mejor porvenir para ellos y sus familias, ya que en Venezuela la situación es extremadamente difícil.

Mientras pueden sentir simpatía por la crisis humanitaria que se vive en el país vecino, Paskel se adhiere a su obligación profesional de hacer cumplir las leyes de la isla. Los capitanes de las embarcaciones que son interceptadas son severamente sancionados, mientras que la tripulación de indocumentados es detenida y devuelta al país de origen. ‘Consideramos al capitán como una persona irresponsable,” dice Paskel, por navegar con lanchas que no son apropiadas para el trayecto y que sobrepasa la ocupación máxima, poniendo la vida de todos en peligro.

Además de proteger las fronteras marítimas de Aruba, la Guardia Costera busca evitar tragedias como la sucedida meses atrás, cuando varias personas perecieron ahogadas tras ser dejados por el capitán a millas de distancia de la costa.